No hay nada como ver películas ambientadas en los primeros siglos D.C para darnos cuenta de que por mucho que nos creamos avanzados hay muchos aspectos en los que no se ha avanzado tanto.
Un claro ejemplo se puede encontrar en Ágora, de Amenábar, y es que en ella se puede observar la manera discriminatoria en la que se trata a gente con distintas creencias o incluso el trato de sumisión que recibe la mujer al igual que sucede en muchos países hoy en dia.
Y tanto en la película como en varios países se lapida a mujeres, aunque sea por distintos motivos.
Por lo que debemos darnos cuenta de que ya va siendo hora de dar un paso al frente y empezar a tratar a todo el mundo por igual, sin importa sexo, religión y demás condiciones.
Al fin y al cabo todos somos distintos físicamente, pero no por eso dejamos de ser personas, y nos merecemos un trato digno sea cual sea el estilo de vida que decidamos llevar.
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