miércoles, 22 de enero de 2014

CONFESIONES CONFESIONES

Esta vida es muy perra. Y como buena perra nos depara momentos en los que no sabemos muy como actuar, que hacer, o que decir. Pero también, como buena perra que es, se la puede domar, podemos cogerla por los cuernos y no dejar que situaciones inesperadas nos hagan venirnos abajo.

Aunque pensándolo un poco mas...puede que la vida no sea tan mala, puede que simplemente sea un proceso en el que nos vamos preparando para situaciones, que al igual que en los video-juegos, vamos superando. Y que por consecuencia aumentan su dificultad, dándonos así cada vez que superamos alguno de esos momentos una sensación de bienestar y satisfacción difícil de describir.


Pues ahora bien, después de haber dicho eso, y sin saber si lo que a continuación tiene algo que ver o si simplemente es que tengo ganas de contarlo, lo contaré, y luego ya decidís vosotros si tiene o no que ver. ;)


Allá voy:  Algunos de los que leeréis esto me conocéis des de hace años, y sabéis como realmente soy, y que durante mucho tiempo he intentado en casa y más que nada con la familia "ocultar" quien yo realmente era.
Me ocultaba, pero como todo lo que se oculta, al final se acaba sabiendo. Ese momento en el que sale a la luz el cómo es uno realmente, es un poco patético, ya que es básicamente, que alguien muy cercano a ti, tu padre por ejemplo, se te acerque y entable la siguiente conversación:


Padre: -¿Hijo, puedo hacerte una pregunta?

Hijo:- Hazla

P:- ¿Cual es tu preferencia sexual? ¿Te gustan los chicos? ¿Eres Gay?

H:- Pues...Si

P:- A vale, es que tenia la sospecha, pero no lo tenía claro

H:- Pues ya está, ya tienes aclarada la sospecha.

P:- Ya veo


Y así es cómo uno se sincera o se confiesa ante alguien que a tenido delante durante todos los días de su vida, y que pese a haber sentido, en algunos momentos, el deseo de contárselo no lo ha hecho por miedo a que reacción se apoderaría de la persona que ha sido un ejemplo.

Después de ese momento de angustia en el que lo único que piensas es que te ha engañado, que te había dicho que iba a hacer una pregunta y ha acabado haciendo tres. Pero aún así tienes un sentimiento que te hace sentir en paz, un sentimiento de alegría, un especie de euforia por ver que no pasa nada, has dicho como eres, te has abierto, te has dejado ver tal y cómo eres y no ha pasado nada, tal y como debe de ser.

Debería de ser así, que nadie se sorprendiese al escuchar que alguien es de una condición sexual o de otra.

De hecho, solamente deberíamos de preocuparnos por una cosa:

POR LA FELICIDAD

No hay comentarios:

Publicar un comentario