Y no se si a ti te pasará, pero a mi... hay algo que me sucede todos los años, y es no se si llamarlo pánico o miedo a ser juzgado físicamente por los demás.
El ir a la playa la primera vez del año se me convierte en un reto, intento simplemente llegar a la playa e intentar pasar lo más desapercibido posible, no quiero que el resto noten que estoy, no quiero que nadie me vea, no quiero que nadie comente nada de mi, no porque no quiera que comenten sino porque presupongo que los comentarios serán negativos y no se si al escucharlos sería capaz de volver al día siguiente a la misma playa. Y como tenga que estar cada día buscando una playa nueva...no creo que haya suficientes.
¿A que se debe ese miedo?
En parte estoy bastante seguro de que ese miedo es fruto de lo que nosotros mismos hacemos, ya que ¿quien no ha ido a una playa o piscina y ha criticado el cuerpo del resto?¿quien no ha visto a una persona distinta y lo ha comentado?
Ahora bien, ¿cómo podemos ser tan increíblemente hipócritas de pasarnos criticando al resto más de la mitad de nuestro tiempo y aún así esperar que el resto no lo hagan de nosotros?
Por eso es que este año...me la trae al pairo que hablen, rían, lloren griten o vacilen, y me da igual porque en el momento que a mi me apetezca haré lo propio.
Ya vale de querer tener ese cuerpo perfecto que evite las críticas negativas, ya vale de escondernos tras las gafas de sol (pensamos que nos vuelven invisibles pero no es así).
Que cada uno disfrute de su cuerpo tal y como es, porque ninguno de nosotros tenemos ese cuerpo con el que soñamos y no pasa nada.
Este verano...corre vete a la playa quédate con el traje de baño puesto, o sin nada (cada uno como prefiera) y deja que opinen y que critiquen, pero digan lo que digan que se den cuenta de que tu estás orgulloso de tu cuerpo, y es que ese cuerpo que cada uno tenemos...nos queda genial.